. José Alfredo Zendejas Pineda (1953-1988), mejor conocido como Mario Santiago Papasquiaro es, en ocasiones, más recordado por su ...



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José Alfredo Zendejas Pineda (1953-1988), mejor conocido como Mario Santiago Papasquiaro es, en ocasiones, más recordado por su estrecha relación con Roberto Bolaño que por sí mismo o su trabajo. Sin embargo, es un personaje que debe ser considerado importante dentro de la poesía mexicana y al que se le debe prestar más atención.
Nació en un barrio del Distrito Federal en la década de los 50 y su muerte llegó un día de enero de 1988 a los 44 años de edad cuando un automóvil en Boulevard Aéreo lo atropelló. Le apasionó la poesía desde muy pequeño y, cuando creció, estuvo rodeado de personajes como Juan Villoro, Roberto Bolaño, Vicente Anaya, Rubén Medina, y otros.
Nunca se adaptó a la literatura de la época; junto con Bolaño y otros, decidieron fundar una de las vanguardias literarias más sobresalientes del siglo XX en México: el infrarrealismo. Lo más hermoso de esta vanguardia no fue que buscaban únicamente ir en contra de la poesía y literatura “oficialista” sino que la manera de hacer poesía cambió totalmente. Rompieron muchos esquemas y, lo más bello de todo, es que demostraron que se podía hacer un poema de las cosas más sencillas y humildes. De todo lo que no se hablaba en México de la poesía, lo hablaron ellos.
Papasquiaro escribió más de 2000 poemas, algunos de ellos en las orillas de libros tanto de él como de sus amigos. Cierto día, viendo una entrevista que le hicieron a Bolaño, éste comentaba que en ocasiones encontraba sus libros mojados, lo que inmediatamente pensaba el detective salvaje era que quizás había llovido y ésta era la causa de que encontrara los libros en dicho estado. Un día encontró a Papasquiaro en la regadera y con un libro en la mano. Ávido lector, sin duda alguna.
Nuestro poeta, en palaras de Luis Felipe Fabre “Es constructor de un poderoso lenguaje poético nutrido por igual de recursos vanguardistas que de giros locales. Es una suerte de lenguaje fusión templado por un tono sumamente personal”. Sin duda alguna, también el alcohol y el riesgo formaron parte inseparable de su estética. Se distingue, junto con otros escritores de su círculo por estar en contra del status de la literatura mexicana. Justo esto me parece lo más revolucionario del poeta, estar en contra de la mafia de los escritores de aquella época, no le importó si le publicaban o no, lo que realmente le gustaba era escribir y recitar sus poemas; nunca le interesó pertenecer a un grupo de poder. La poesía fue la forma en que el pudo demostrar su revolución, su ir en contra, su inconformidad.
La poesía sale de mi boca
a todo tranco de gerundio
a todo flujo de agua potable
a todo virus luminoso
a toda capacidad de contagio
Así va la poesía/
& para ella
no tengo sino alabanzas

Mario Santiago Papasquiaro